¿Alguna vez has tenido que realizar una tarea, proyecto o algún objetivo que te marcaste y no puedes llevarlo a feliz término? ¿Los objetivos que te marcaste el año pasado los cumpliste? ¿Cuánto tiempo pasas en actividades que no te conducen a lograr tus metas?
Postergar nuestras tareas puede perjudicar nuestro bienestar, nuestro éxito personal y laboral. Entonces ¿por qué posponemos actividades importantes? Como por ejemplo ejercicio, estudio, terapia, emprendimiento, entre muchas otras actividades.
¿Te has puesto a pensar por qué hay personas dispuestas a seguir pagando el precio de la procrastinación?
La procrastinación se puede entender como el aplazamiento voluntario, irracional de cualquier actividad importante realizando en su lugar otra actividad, que es innecesaria o menos importante.
Se aplazan obligaciones de forma voluntaria en función de evitar una situación de malestar. Como por ejemplo: El lunes comienzo el ejercicio, pero en lugar de realizarlo, encontramos infinidad de excusas y otras actividades para justificarnos para no realizarlo.
¿Alguna vez te has pasado mucho tiempo en las redes sociales, o viendo series, hasta que finalmente te das cuenta de que los plazos se han llegado y entras en pánico?
Tal vez no encuentras la motivación y pospones cosas para después.
De hecho, a todos nos gustaría tener mejores resultados, nos interesa mejorar nuestra productividad, sacar adelante nuestros proyectos, entonces hay que aprender mejores formas para gestionarnos.
Revisar nuestros hábitos es el primer paso. Pequeños cambios generan grandes resultados
En primer lugar, necesitas definir el objetivo que quieres lograr, deberás ser especifico y claro para definirlo. Tu objetivo debe ser medible. Enseguida deberás definir tres hábitos que te ayuden a alcanzar tu objetivo.
Es importante que visualices los beneficios a donde te llevarán el objetivo que te marcaste, tendemos a ver primero lo negativo y eso no nos ayuda a decidirnos a dar el primer paso.
Muchas veces dejamos las cosas para luego porque no sabemos muy bien por dónde empezar y ver avance. Para evitar esto tenemos que partir en actividades pequeñas y concretas
Cuando estemos ante una tarea enorme será necesario empezar por dividirla en trocitos muy pequeños para ir paso a paso.
Puede ser que veas difícil cambiar tus hábitos, especialmente si no sabes por donde empezar. El proceso de formación de hábitos se divide en tres partes. El detonante o la señal, es decir, la situación previa que produce el comportamiento. El comportamiento y la recompensa.
Por lo tanto, si quieres cambiar los hábitos que te llevan a la procrastinación deberás identificar qué detona el comportamiento no deseado y las recompensas que refuerzan ese comportamiento para así poder modificarla de fondo.
Datos de Autor
Erika Gracida
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